El atentado ocurrido el jueves 17 de enero de este año ha dejado una profunda impresión en todos los colombianos. Según varios periodistas desde hace 9 años no se había producido un ataque con tantas víctimas, la mayoría de ellos, estudiantes, cadetes de policía. Una situación tan grave produce evidentemente reacciones, tales como el pronunciamiento de varios sectores políticos y de colombianos del común, que no siempre lo hicieron de forma adecuada.
Una de estas reacciones fue la convocatoria a la marcha del día domingo 20 de enero, con el objetivo de "rodear al gobierno del señor Duque" y de "marchar por nuestros héroes". Algunas personas indican que es necesario participar para manifestarse en contra de "la violencia y del terrorismo". A través de este modesto escrito quiero entrar un poco en la discusión explicar por qué considero que no es pertinente participar siguiendo ciertas convicciones.
Yo no asistiría a una marcha convocada por "unos héroes" y para "rodear al presidente", y a continuación diré por qué. Primero, porque ellos NUNCA han convocado a una manifestación por los demás fallecidos que ha habido en Colombia, sea por las victimas de las masacres, sea por los estudiantes, sea por los más de 5.5 millones de desplazados, o por los más de 400 líderes sociales asesinados. La única marcha que recuerdo que ellos convocaron fue la marcha para rechazar a las FARC, en 2008, la cual también tuvo un uso muy político. Era una marcha para mantener el sentimiento de odio hacia el considerado enemigo, no para pedir justicia [social]. Es más, la velatón que se hizo por los líderes sociales (a los que algunos de ellos califican de 'guerrilleros' y 'delincuentes') fue tildada de "delincuencial, guerrillera, mamerta y desestabilizadora". Ninguno de los convocantes originales de la marcha de hoy (a saber, Peñalosa, Duque, Uribe o otros políticos) hizo parte de ella. Es más, yo misma me hice insultar en una de las manifestaciones por una señora que nos gritó que la velatón era para defender "violadores de niñas".
FOTOCAPTURA de una persona que asegura que los líderes sociales asesinados no han sido "bien investigados". No es el único que piensa así.
FOTOCAPTURA de una persona que asegura que los líderes sociales No son gente. No es la única que piensa así.
Segundo, como ciudadana colombiana yo no quiero héroes. Los policías son llamados héroes porque son parte de una guerra cuyo relato oficial deforma la historia según intereses muy convenientes de un grupo de poder, que quiere que los llamen vencedores. Envían jóvenes a morir y para consolarlos y engañarlos los llaman héroes. Yo quiero policías VIVOS, educados en derechos humanos, respetuosos de la ley, BIEN PAGOS [¿Le han preguntado a un policía cuanto gana? ¿Se interesan por sus condiciones de vida? ¿Alguna vez se lo han planteado?], y dedicados a labores que no sean perseguir y atentar contra la oposición de un gobierno con claras intenciones ideológicas. En este punto, es quizá en donde más resulta evidente la hipocresía de esta manifestación.
Muchas de las personas que convocan son prominentes políticos del oficialismo, ciudadanos seguidores de esos políticos e incluso personas que se autoidentifican como "personas o gente de bien", que quiere solidarizarse con los familiares de las victimas. Es loable que quieran hacer esto, pero por supuesto surge la pregunta de por qué solidarizarse con los policías Y NO con los líderes sociales. Es obvio que una parte de la población en Colombia participó en la velatón y demás actos de conmemoración pero ni éstos, ni los asesinatos mismos de los líderes reciben la misma atención mediática, ni soporte del gobierno [en publicidad, en convocatoria, en pronunciamientos]. Incluso muchos de esos políticos y "gente de bien" señalaron esos actos de conmemoración como "actos de guerrilleros, para defender guerrilleros". A ello se suman los constantes ataques a la búsqueda de la paz, entendida como el cese del conflicto armado, como el cese de los combates y con ello el cese de desplazamiento de campesinos, la reducción y posible desaparición de muertes asociadas a combates, secuestros, cilindros bomba, acciones paramilitares, emboscadas a soldados y un muy largo etc. Y a pesar de que se les muestran las estadísticas, se les enseñan evidencias o se les invita a leer los informes producidos por expertos, esas personas insisten en su punto, citan fuentes falsas o de dudosa procedencia, se enojan y casi siempre terminan insultado.
Fotocaptura del final de un largo debate sobre por qué los líderes sociales no son guerrilleros.
Lo siento, pero a estas personas francamente es muy difícil explicarles que no debe haber fallecidos de primera o de segunda categoría Dentro de su mente manipulada y severamente dañada por la falta de lectura, solo hay unos culpables y su profundo odio hacia ellos justifica cualquier acción de guerra. Para estos políticos y sus seguidores, no hay paz completa si su rencor no queda saciado con años de prisión y/o muertes. En otras palabras, lloran a los policías muertos, pero justifican acciones violentas de parte del Estado que lleven a la guerrilla a reaccionar violentamente, produciendo más muertos y por tanto, seguir llorando hasta que logren su objetivo: reducir la guerrilla a cenizas. No les importa cuantos muertos cueste esto, y si esos muertos son miembros de las fuerzas armadas. A ese punto han sido deshumanizados, son meros objetos de guerra.
Fotocaptura de las declaraciones de la senadora del Centro Democrático, María Fernanda Cabal.
Desde ese punto de vista, ellos llaman a "marchar contra el terrorismo y la violencia". Para mí, la primera pregunta es ¿El terrorismo de quién? ¿La violencia de quién? Obvio, de quien colocó los explosivos, pero ¿Quién los colocó? El gobierno, en cabeza del Fiscal culpa a la guerrilla del ELN. No sé ustedes, pero más allá de los vacíos y lagunas de la versión oficial, yo no le concedería credibilidad a un funcionario como el señor Nestor Humberto Martínez, quien ha estado envuelto en un escándalo tan estrepitoso como el de Odebrecht. Y definitivamente no le concedería credibilidad a un gobierno que nombra a funcionarios que no cumplen requisitos, que no son idóneos y que no hacen parte de un proceso meritocrático de selección. En suma, no es una versión creíble. El ELN no se ha manifestado claramente con respecto a esto. Si fueron ellos, con toda la certeza que por ejemplo dejó su comunicado del atentado en Barranquilla, es necesario manifestarse enérgicamente, decirles que están actuando estúpidamente, y que eso NO es aceptable.
Pero hasta ahora no ha habido un pronunciamiento claro y muchas dudas, así que por el momento, no se sabe quién colocó esos explosivos.
Es totalmente cierto que es necesario rechazar la violencia de donde venga, pero si se trata de manifestarse contra la guerrilla, yo no saldría si aún no se tiene certeza de si fueron ellos. ¿Por qué? Porque si se trata de otras personas, en particular de personas relacionadas con el oficialismo, estaría caminando al lado de quienes están tras toda esta violencia.
¿Caminar al lado de personas que han implementado y patrocinado el terror y además han casi que glorificado la violencia? Para corroborar esto no hace falta más que leer un poco de historia colombiana contemporánea, claro, de historiadores serios. Creo que me sentiría como esas marchas por un niño perdido o muerto, a las que va su asesino. Como esas manifestaciones donde se reclama justicia por una mujer muerta, y está precedida por su asesino. Se trata de un uso indebido de mi presencia para sostener ideas como la siguiente. No gracias.
Fotocaptura de tweet de la cuenta de señor Jerónimo Uribe.
Artículo de El Espectador del 19 de enero de 2019, sobre el lema de "rodear al presidente".
Fotocaptura de tweets de la macha de hoy. Solo tomé un extracto, la cantidad es pavorosa, y hay algunos realmente MUY agresivos.
Por eso no iría a marchar el domingo. Encenderé unas velitas en mi casa, como en la velatón (me gustaria ir a Trocadéro, pero estaremos a -5°), haré unas oraciones y escribiré mis reflexiones. Ese será mi tributo.